El juez Amauri Martínez, del Tercer Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, dictó este viernes un auto de no ha lugar a favor de Sara María Fernández, imputada en el caso Medusa y esposa de José Miguel de Moya, también implicado en el caso de corrupción contra el Estado.
El magistrado determinó que Fernández no tenía responsabilidad penal y enfrentó la justicia sin llegar a acuerdos con el Ministerio Público.
Fernández fue acusada de complicidad por el Ministerio Público, que la imputó por la introducción de facturas con contenido falso. Ella comparte su presencia en el expediente junto con su esposo, José Miguel de Moya, quien es descrito como una persona de confianza del exprocurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, el principal implicado en la supuesta trama de corrupción. Moya fungía como proveedor de servicios para la Procuraduría.
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Durante un receso dado la tarde de este viernes por el juez, Fernández no hizo declaraciones a los periodistas, pero se le veía sonriente y feliz después de casi tres años enfrentando el proceso judicial.
El auto de no ha lugar concluye el procedimiento respecto al imputado en cuyo favor se dicta, hace cesar las medidas de coerción impuestas e impide una nueva persecución penal por el mismo hecho.
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